El universo opera de manera ordenada y cíclica, como podemos observar en el ciclo del día y la noche o en el cambio de estaciones. Sin embargo, cuando estos ciclos se interrumpen, surge el caos. De manera similar, nuestro cuerpo tiene una tendencia natural hacia el equilibrio y constantemente busca el equilibrio a través de un proceso llamado homeostasis. Este sistema de autorregulación intenta mantener el equilibrio interno y asegurar nuestro bienestar.
Lamentablemente, en la ajetreada vida moderna, hemos perdido la conexión con nuestro cuerpo, que constantemente nos comunica mensajes. Nuestro cuerpo es sabio y nos habla sin cesar, pero a menudo solo le prestamos atención cuando ya estamos cargados de enfermedades. Es esencial restablecer esta conexión, ser conscientes de las señales de nuestro cuerpo y priorizar el autocuidado y las medidas preventivas para mantener nuestro bienestar.
Al contemplar la delicada armonía del universo y la sabiduría innata de nuestros propios cuerpos, iremos recordando la vital importancia de sintonizarnos con sus ritmos. En nuestro próximo boletín, profundizaremos aún más en el arte de redescubrir esta conexión profunda y nutrir el equilibrio que nuestro cuerpo busca.