Atención Plena & Meditación 

Meditación en el Jardín

 

Meditar en un jardín puede ser una experiencia profundamente enraizante y rejuvenecedora, permitiéndote conectar con el mundo natural y encontrar paz dentro de ti mismo.

 

1. Encuentra un lugar tranquilo en el jardín donde puedas sentarte cómodamente. Puede ser bajo un árbol, al lado de un lecho de flores, o en cualquier lugar que te resulte acogedor. Tómate un momento para instalarte en el lugar elegido, permitiéndote sentirte apoyado por la tierra bajo tus pies.

2. Cierra los ojos y toma algunas respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Permite que tu respiración se ralentice y se profundice, dejando ir cualquier tensión o estrés con cada exhalación.

3. Con los ojos aún cerrados, comienza a visualizar el jardín a tu alrededor. Imagina los colores de las flores, el verdor de las plantas y el suave susurro de las hojas en la brisa. Imagínate rodeado por la belleza y la tranquilidad de la naturaleza.

4. Mientras continúas respirando profundamente, lleva tu atención a tus sentidos. Observa el aroma de las flores, el calor del sol en tu piel y los sonidos de los pájaros cantando a lo lejos. Permítete sumergirte completamente en la experiencia sensorial de estar en el jardín.

5. Ahora, concéntrate en tu respiración. Siente el ritmo de tus inhalaciones y exhalaciones, equilibrándolas con los ritmos naturales del jardín que te rodea. Imagina que con cada respiración, estás absorbiendo la energía de la tierra y la vitalidad de las plantas.

6. A medida que continúas respirando, permite que cualquier pensamiento o preocupación se desvanezca suavemente, como hojas flotando río abajo. Dirige tu atención de nuevo al momento presente, anclándote en la quietud y serenidad del jardín.

7. Tómate un momento para expresar gratitud por este tiempo que has pasado en el jardín, conectando con la belleza y la abundancia de la naturaleza. Siente una sensación de paz y contentamiento que te inunda, sabiendo que eres parte de algo mucho más grande que tú mismo.

8. Cuando te sientas listo, comienza a llevar tu atención de vuelta a tu cuerpo. Mueve tus dedos y dedos de los pies, estira suavemente tus extremidades y abre los ojos. Lleva contigo la sensación de calma y conexión que has cultivado mientras avanzas en el resto de tu día.

 

Meditar en un jardín puede ser una forma poderosa de enraizarte, encontrar paz interior y profundizar tu conexión con el mundo natural. Disfruta este tiempo pasado en comunión con la belleza y serenidad de la Madre Tierra.

Respiración/Pranayama

Respiración de Energía Femenina

 

 

 

Un ejercicio de respiración diseñado para cultivar y aprovechar la energía femenina puede ayudarte a conectar con tu intuición, creatividad y fuerza interior. Aquí tienes un ejercicio de respiración simple que puedes practicar:

 

1. Encuentra una posición cómoda sentada con la columna vertebral erguida.

2. Cierra los ojos y toma algunas respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca, permitiendo que tu cuerpo se relaje con cada respiración.

3. Una vez que te sientas centrado, dirige tu atención hacia tu respiración. Comienza a respirar profundamente y rítmicamente, enfocándote en el movimiento natural de tu abdomen con cada inhalación y exhalación.

4. Mientras continúas respirando profundamente, imagina una luz cálida y dorada irradiando desde el centro de tu corazón. Con cada inhalación, visualiza cómo esta luz se expande y llena todo tu cuerpo con calidez, amor y compasión.

5. Al exhalar, imagina liberar cualquier tensión, miedo o duda que tengas, permitiendo que se disuelva en la tierra debajo de ti.

6. Continúa respirando de esta manera durante varios minutos, permitiéndote encarnar completamente las cualidades de la energía femenina: nutritiva, intuitiva, creativa y resiliente.

7. Cuando te sientas listo, lleva suavemente tu atención de vuelta al momento presente. Toma algunas respiraciones profundas más, mueve tus dedos y dedos de los pies, y abre los ojos.

 

Este ejercicio de respiración se puede practicar en cualquier momento en que desees conectarte con tu energía femenina y cultivar un sentido de equilibrio y armonía interior. Puede ser especialmente beneficioso cuando te sientes estresado, abrumado o desconectado de ti mismo. A medida que continúes practicando, es posible que notes un mayor sentido de paz, claridad y empoderamiento en tu vida.

Poses de Yoga/Asanas

 

La Postura de la Diosa (Utkata Konasana) es una postura de yoga que encarna las cualidades de fuerza, empoderamiento y gracia asociadas con la energía femenina.

 

1. Comienza de pie en Tadasana (Postura de la Montaña) en la parte superior de tu tapete, con los pies separados a la anchura de las caderas y los brazos descansando a los lados del cuerpo.

2. Da un paso ancho hacia un lado, aproximadamente de 3 a 4 pies de distancia, con los pies girados hacia afuera en un ángulo de 45 grados. Asegúrate de que tus tobillos estén alineados con tus rodillas y caderas.

3. Inhala mientras elevas los brazos hacia los lados y luego por encima de la cabeza, con las palmas mirándose entre sí o presionadas juntas en posición de oración.

4. Exhala y flexiona las rodillas, bajando las caderas hacia el nivel de las rodillas. Mantén las rodillas alineadas con los dedos de los pies y trata de mantener la columna vertebral alargada y el pecho elevado.

5. Mantén la postura durante varios respiraciones, manteniendo la activación en los músculos abdominales y una sensación de enraizamiento a través de los pies.

6. Para salir de la postura, inhala mientras enderezas las piernas y bajas los brazos hacia los lados del cuerpo.

 

La Postura de la Diosa fortalece las piernas, caderas y músculos centrales mientras abre el pecho y los hombros. Puede ayudar a cultivar un sentido de fuerza interior, confianza y empoderamiento, convirtiéndola en una postura poderosa tanto para el bienestar físico como mental. Recuerda escuchar a tu cuerpo y modificar la postura según sea necesario para adaptarla a tu flexibilidad y nivel de comodidad propio.